La ventaja del acero laminado en frío es que no se utiliza calor para fabricar los perfiles. Este tipo de acero también se llama acero conformado en frío, o CFS por sus siglas en inglés. ¿Por qué lo preferimos? En esencia, el material de base es el mismo, pero el procesamiento en frío ofrece unas mejores propiedades de resistencia. Además, el acero laminado en frío es mucho más ecológico y sostenible.