Tu cobertizo no requiere ningún tipo de mantenimiento particular; es de acero galvanizado en caliente, de modo que está protegido contra la corrosión. Todos los revestimientos de pared y tejado llevan un recubrimiento protector que los hace resistentes a la suciedad y a los rayos UV.
Si sigues estos 2 consejos, tu cobertizo se mantendrá en perfecto estado:
- Vacía y limpia los canalones todos los años.
- Lubrica regularmente las bisagras de puertas y portones.